La región africana del Sahel sufre una ola de inesperada violencia. Países como Malí, Níger o Burkina Faso están invadidos por milicias de mercenarios y de yihadistas que responden a múltiples intereses.
Uno de esos misioneros, víctima de esta violencia, es el padre Pierluigi Maccalli, de la Sociedad de Misiones Africanas, que fue secuestrado en Níger en septiembre de 2018. El misionero se encuentra todavía en paradero desconocido. El Papa está al corriente de esta difícil situación. En un encuentro con misioneros en el Vaticano, tuvo para ellos unas palabras de aliento y consuelo.
Un secuestro que es reflejo de la creciente inestabilidad de la zona provocada por la violencia, el crimen organizado y la proliferación de ideologías yihadistas que están poniendo en peligro, especialmente, a la población cristiana.