Los cristianos de la Llanura del Nínive han celebrado la Pascua en iglesias todavía quemadas por el Estado Islámico. Poco a poco están regresando a sus hogares desde el exilio forzoso al que se vieron sometidos, aunque no todos están dispuestos a correr el riesgo de que otro Daesh vuelva a amenazarlos. Pese a tener poco por lo que volver, porque hay pueblos enteros reducidos a escombros, los cristianos están regresando. Los cristianos piden protección al gobierno para así poder vivir en paz en la tierra que les pertenece desde el siglo I.