En el ángelus del domingo, el Papa no ha permanecido ajeno a los últimos atentados terroristas en Turquía y Egipto y a la evolución de la guerra en Siria.
"Pido el compromiso de todos para que se haga una elección de civilización: no a la destrucción, sí a la paz, sí a la gente de Alepo y de Siria”. Dijo que ante la violencia, la destrucción y la muerte solo cabe una respuesta: fe en Dios y unidad en los valores humanos y cívicos.