Este año el pesebre de la plaza de San Pedro del Vaticano es muy especial. Está hecho de arena obtenida de las playas de la localidad italiana de Jesolo, cerca de Venecia. Son cientos de toneladas que han sido modeladas con delicadeza durante días, un total de 24 camiones de arena. El árbol es un abeto rojo que proviene del bosque de Cansiglio, en la provincia de Pordenone, unos 700 kilómetros al norte de Roma. Mide 21 metros y pesa más de cuatro toneladas. Ha sido regalado al Papa por la Región Friuli Venezia Giulia y por la diócesis de Concordia-Pordenone.