Unas 10.000 personas se reunieron en Roma para celebrar el 400 aniversario del carisma vicenciano bajo el lema “Fui forastero y me acogisteis”. El momento más especial fue la audiencia con el Papa. En la Plaza de San Pedro, Francisco se detuvo ante la reliquia del corazón de San Vicente e hizo una breve oración. Luego les animó a seguir trabajando en el camino de la caridad con estos tres verbos: “Adorar, acoger, ir”.
Fueron cuatro días de encuentro en los que reflexionaron sobre la base de su carisma y la manera de renovar y fortalecer el servicio a los pobres.