La situación en Irak empeora por momentos, especialmente para la población cristiana. Los yihadistas del Estado Islámico han provocado la huida de miles de personas. Muchos han escapado hacia las montañas buscando refugio pero su situación no ha mejorado.
La Comunidad Internacional empieza a reaccionar. El Papa Francisco le ha pedido que socorra a los desplazados y el también ha mandado ayuda. La ONU ya la ha enviado y Estados Unidos ha previsto mandar material humanitario por vía aérea. Esta ayuda marca la diferencia entre la vida o la muerte.