El Papa Francisco y el Patriarca Ecuménico Bartolomé se saludaron a las puertas de la Basílica del Santo Sepulcro y entraron juntos en el templo que custodia el Calvario y la tumba de Jesús.
Los dos líderes de 1500 millones de cristianos rezaron juntos ante la Piedra de la Unción en la que Nicodemo y José de Arimatea prepararon el cuerpo de Jesús antes de darle sepultura.
En la declaración conjunta impulsan el diálogo entre católicos y ortodoxos iniciado hace 50 años por sus dos predecesores. Piden la paz en Oriente Medio y se comprometen a concienciar sobre la importancia de custodiar el medio ambiente.