Los más necesitados fueron los protagonistas de la primera Jornada Mundial de los Pobres, acudieron a miles y llenaron la basílica de San Pedro. Varios de ellos encabezaron la procesión con la que comenzó la ceremonia...
También personas sin techo leyeron las lecturas del día.
Tras la homilía los sin techo volvieron a tomar protagonismo durante la misa. Una familia necesitada fue la encargada de llevar las ofrendas.
Al terminar la Misa los pobres presentes se trasladaron a varios puntos de la Ciudad Eterna donde se les invitó a comer. Entre ellos 1.500 almorzaron en el mismo Vaticano, junto al Papa.