Ante los participantes en un congreso sobre violencia y religión el papa Francisco recordó el mensaje que pronunció en Egipto durante su viaje de 2017. Repitió que la violencia nunca es justificable y que es blasfemo justificar atrocidades escudándose en Dios.
Dijo que este tipo de violencia lo único que hace es dañar a la propia religión. Por eso volvió a pedir a los líderes religiosos que la denuncien.