Puerto Maldonado, en plena Amazonia, se vistió de gala para recibir al Papa de la Laudato si'.
En el Coliseo Madre de Dios lo esperaban 3.500 representantes de comunidades nativas de todo el país. Toda la región esperaba con gran expectación la visita.
Cuando el Papa tomó la palabra dijo con dolor que en la Amazonia el Canto de las Criaturas de San Francisco se escucha “entrecortado” a causa de las hondas heridas que sufre la región y sus gentes. El Papa denunció que la Amazonia no puede ser considerada por los Estados como “una despensa inagotable” que no tiene en cuenta los derechos de sus habitantes. El mundo, dijo, tiene mucho que aprender de los indígenas.
También denunció la trata de personas, los abusos sexuales y la esterilización de las mujeres...