El Papa hizo un repaso a los problemas del mundo en el Ángelus del domingo. Dijo que ante las guerras o las catástrofes naturales se puede ceder al desánimo pero recordó que Dios es un padre que no abandona a sus hijos.
El Papa dijo que no hay que caer en el desánimo por muy grandes que parezcan los problemas: con la ayuda de Dios se pueden resolver.
Concluyó el Ángelus recordando que en Italia se celebraba la Jornada de Agradecimiento por los frutos de la tierra y del trabajo humano. Dijo que es necesario reconocer el mundo como un tesoro y que se recordase cuánta gente no tiene acceso al agua o a una alimentación básica.