El Papa presidió la ceremonia penitencial de Cuaresma que se enmarca dentro de la iniciativa “24 horas para el Señor”. En este 2019 se celebra la sexta edición de esta jornada especial dedicada a recordar la importancia del sacramento de la confesión y también de la adoración eucarística. Por eso, en cada diócesis se ha dispuesto que haya al menos una parroquia abierta las 24 horas. La basílica de San Pedro se convirtió también en un gran confesionario con sacerdotes disponibles para quien quisiera acudir al sacramento de la reconciliación.