El Vaticano se tiñó de púrpura para recibir a los 17 nuevos cardenales, el sábado 19 de noviembre. En el ambiente se respiraba un solemne silencio que rompió el saludo del nuncio en Siria, Mario Zenari, que habló en nombre de ellos.
"Nos ha llamado de todos los continentes. Desde la región considerada como la cuna del cristianismo, donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos, desde las jóvenes y dinámicas Iglesias, desde el Viejo Continente hasta del Nuevo Mundo”.
Francisco reflexionó sobre el pasaje del Evangelio en el que Jesús, después de haber elegido a los 12 apóstoles no se queda enseñando desde la montaña sino que baja a la llanura para estar con la gente y sentir sus preocupaciones. Esta, resumió, es su tarea.
En medio de una atmósfera emotiva pero grave les recordó un punto central del Evangelio: Que amar al prójimo incluye amar al enemigo.