En Rodas, Grecia el fraile Luke Gregory dedica sus energías a atender a los refugiados que llegan a la costa.
En 2015, la población pasó de 30.000 personas a 45.000, de los que 15.000 eran refugiados. Los atienden seis policías y dos frailes que deben cuidar también cinco iglesias.
La mayoría de refugiados que llegan a esta isla proceden de Siria, pero también vienen de Irak, Irán, palestinos de Gaza y kurdos. Dice que casi todos son musulmanes, pero que les ayudan sin preguntarles su religión.