La Iglesia celebra la fiesta de San Felipe Neri cada 26 de mayo. Nació en Florencia en 1515 y en 1533 se trasladó a Roma. Y para recordar al santo, su congregación en Roma, abre sus habitaciones a curiosos y peregrinos durante todo el día. Los restos mortales de San Felipe también pueden visitarse en esa misma iglesia, de Santa Maria in Vallicella donde se mantiene muy vivo su recuerdo.