La Iglesia Verde de Tikrit (cristiana) fue destruida ayer por los yihadistas del Estado Islámico (EI), que pusieron explosivos para hacerla estallar en pedazos. Un crimen en contra de la memoria y contra la cultura animado por el mismo odio que llevó a los talibanes y qaedistas a destruir los colosales Budas de Bamiyan en Afganistán y muchos otros lugares de culto tanto cristianos como musulmanes en toda la región.
Construida a pocas decenas de metros del río Tigris por los fieles de la Iglesia Asiria en el siglo VII, fue descrita por los historiadores del tiempo como el lugar sacro de los cristianos más grande e importante de toda Mesopotamia.