Enrique Shaw podría convertirse en el primer empresario contemporáneo proclamado santo.
Tenía 41 años cuando falleció tras cinco de lucha contra el cáncer. Fernán Elizalde, postulador de su causa, está en Roma para entregar la documentación que inicie la fase romana del proceso de beatificación.
Enrique creció en Argentina, era conocido por su cercanía, especialmente con sus trabajadores. Se interesaba por sus familias, estaba siempre dispuesto a dar sabios consejos basándose en palabras de Jesús y regalaba Biblias a quien conocía para acercarlo a Dios.
Los documentos ya están en el Vaticano y ahora los teólogos deberán estudiarlos para poder pasar su propuesta a obispos y cardenales. Si no hay sorpresas, propondrán que el Papa reconozca oficialmente sus virtudes heroicas y todo apunta a que Francisco aceptará.