Son algunas de las pocas fotos que hay y que se pueden mostrar del ataque a la catedral y el campo de refugiados adyacente, en Alindao, República Centroafricana. Las víctimas son en su mayoría cristianos, incluidos el vicario general Blaise Mada y el padre Celestine.
Por el momento el balance de víctimas es desconocido y puede oscilar entre las 40 y las 100 personas. En República Centroafricana se vive una situación de extrema gravedad y, como suele pasar en muchos escenarios de pesadilla, es la Iglesia la que siempre permanece al lado de los más débiles.
Los refugiados fueron atacados por las milicias de l'Unité pour la Paix en Centrafrique, un grupo armado formado por ex Seleka que actuaron sin que nadie se lo impidiera, ni siquiera las fuerzas de la ONU desplegadas en el país que tienen orden de intervenir solo si son atacadas directamente.