El Papa Francisco cumplió con una de sus ya tradiciones: el viernes de la misericordia. Y lo hizo, en esta ocasión, visitando a personas enfermas de Alzheimer en una residencia a las afueras de Roma.
Se trata del Villaggio Emmanuele. Los responsables de este centro explicaron al Papa que se trata de un lugar concebido como un pequeño pueblo donde cada persona cuenta y tiene un papel específico.