Al terminar la audiencia general, el Papa Francisco hizo un llamamiento a la paz en dos países. Por un lado, pidió el cese de la violencia en Nigeria, donde el domingo día 6 fue atacada una iglesia por un hombre armado que abrió fuego contra los feligreses durante la misa. Fallecieron al menos 12 personas y casi 20 resultaron heridas.
En Republica Centroafricana la violencia entre las facciones séléka y anti-balaka se recrudece de nuevo. En las últimas horas la misión de Gambo ha sido saqueada y han muerto unas 50 personas.