En la gran fiesta de San Pedro y San Pablo, el jueves 29 de junio, el Papa habló del martirio. Dijo que una vida cristiana se debe probar con hechos porque las palabras o teorías no bastan para ser discípulos de Cristo.
Al terminar la ceremonia, durante el rezo del ángelus quiso dar algunas palabras de aliento a aquellos que sufren por su fe hoy en día.