El Papa finalizó su viaje. Desde la mezquita de Azerbaiyán, envió un mensaje a los terroristas:
"Una vez más, desde este lugar tan significativo, sale el grito del afligido: ¡Nunca más violencia en nombre de Dios! Que su santo nombre sea adorado, no profanado y ni mercantilizado por los odios y los conflictos humanos”.
Tras estas palabras Francisco se trasladó al aeropuerto para subir al avión y poner así punto final a su viaje al Cáucaso.