Santa Jacinta y San Francisco Marto, desde ahora canonizados, los dos santos no mártires más jóvenes de la Iglesia.
El rito de la canonización en la plaza de Cova de Iria fue emotiva. Lucas, el niño del milagro, se acercó al Papa para dar las ofrendas y darle también un abrazo.
Durante su homilía el Papa explico el impacto que produce el encuentro con la Virgen María en la vida de cada cristiano. Recordó que a los dos pastores les cambió la vida.