El Papa Francisco abre una nueva vía para alcanzar la santidad. Así lo ha establecido en esta carta apostólica con forma de Motu Proprio titulada "Maiorem hac dilectionem”. Se llama "la vía del ofrecimiento de la vida”. Reconoce la santidad de quienes han ofrecido su vida por el Evangelio y por los demás y han fallecido como consecuencia de ello. Sería, por ejemplo, el caso de una persona que se ha consagrado al cuidado de leprosos, se ha contagiado y muerto por esa enfermedad.