El Papa invitó personalmente al Vaticano a los líderes cristianos de Sudán del Sur. Viajaron hasta Roma para explicarle sus iniciativas para promover la protección de la dignidad humana y la reconciliación del país que ahora vive inmerso en una guerra civil.
Le hablaron de la difícil situación que afronta Sudán del Sur, el país más joven del mundo en el que un 70 por ciento de la población es cristiana. Además los tres obispos hicieron una petición al Papa, que visitara el país.
Sueñan con un futuro sin guerra en el que además nadie sea perseguido a causa de su fe.