La Organización Mundial de la Salud ha decretado el estado de emergencia a causa de la epidemia de ébola que, desde hace meses, afecta a varios países de África Occidental.
El primer brote se detectó en diciembre y, desde entonces, se ha extendido. Un médico y una enfermera estadounidense fueron evacuados de Liberia al contagiarse con el virus. Un misionero español también fue repatriado desde el mismo país.
No existe una vacuna para esta enfermedad que provoca altas fiebres, debilidad intensa y fuertes hemorragias porque el virus impide que la sangre coagule. De ahí que su tasa de mortalidad sea cercana al 90 por ciento.