En sus siete años de vida, Sudán del Sur, el país más joven del mundo, prácticamente solo ha conocido la guerra que estalló en 2013. Un reciente informe del Departamento de Estado de Estados Unidos estima que a causa del conflicto han perecido unas 383.000 personas. A este terrible número se suma la enorme cifra de desplazados y refugiados, unos 4 millones.
Aunque la guerra parece no tener fin, hay iniciativas que brindan nuevas oportunidades a los niños soldado son un rayo de esperanza en medio de las tinieblas.