Al terminar la canonización de madre Teresa, en pocos minutos, uno de los lugares destinados a los grandes encuentros con el Papa a cubierto se convirtió en un gran comedor para 1.500 necesitados. En su mayoría son personas atendidas por las religiosas de la congregación fundada por Madre Teresa.
De hecho más de 250 misioneras de la caridad sirvieron el almuerzo.