Viernes 21 de noviembre, memoria litúrgica de la Presentación de María Santisima al Templo, celebramos la Jornada pro Orantibus, dedicada a las comunidades religiosas de clausura. Es una buena oportunidad para agradecer al Señor por el don de muchas personas que, en los monasterios y ermitas, se dedican a Dios en la oración y el trabajo silencioso, reconociendo la primacía que pertenece sólo a él. Damos gracias al Señor por el testimonio de la vida de clausura y no les hagamos faltar nuestro apoyo espiritual y material para llevar a cabo esta importante misión”.