La guerra de Siria ha entrado en su quinto año sin que parezca que la comunidad internacional quiera actuar para parar la tragedia. Han fallecido más de 215.000 personas víctimas de la violencia, hay más 11 millones que necesitan ayuda urgente y 4 millones de desplazados. En esta situación Cáritas está esforzándose al máximo para paliar la situación, incluso hasta dar la vida como en el caso de este voluntario fallecido.