Desde su elección, el Papa se ha mostrado especialmente sensibilizado con el problema de la trata de personas. Por eso, encargó a la Academia de las Ciencias Sociales en el Vaticano que se centre en buscar soluciones a esta lacra. En su último encuentro sobre la trata de personas reunió a expertos de todo el mundo para examinar las raíces de un problema que afecta a más de 3 millones de personas al año. Más allá de la penalización, analizaron posibles soluciones.