Ciento cincuenta personas sin hogar visitaron los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina. Fue una jornada especial en la que disfrutaron del mejor arte del mundo. Lo que no podían imaginar es que la visita a la Capilla Sixtina pudiera ser aún más especial.
El Papa apareció por sorpresa y habló con ellos durante unos 20 minutos. Les pidió que rezaran por él. Después, se les ofreció una cena en los Museos.
El limosnero papal, monseñor Konrad Krajewski, organizó la visita y repartió las invitaciones entre las personas sin hogar.