Más de 600 policías italianos esperaban al Papa Francisco en el Aula Pablo VI. Entre ellos familiares de miembros heridos y fallecidos en servicio, a quienes agradeció su testimonio de esperanza y fidelidad, y su trabajo.
Subrayó que la función de la policía es garantizar a todos los ciudadanos la legalidad y el orden y les pidió que estuvieran orgullosos del trabajo que realizan.
Después de su discurso y de saludar a los mandos de la policía italiana, Francisco quiso saludar a los familiares de algunas víctimas que habían fallecido en servicio, algunos visiblemente afectados.