El papa Francisco recibe a la muy «progre» arzobispa luterana de Suecia y le pide defender vida y familia. El Papa mantuvo un encuentro con una delegación de la Iglesia evangélica-luterana encabezada por su obispa. Entre ellos, también había algún católico, como hicieron saber al Papa. Antje Jackelén, arzobispa luterana de Uppsala, habló al Papa sobre los logros en el ecumenismo entre ambas Iglesias. Hace 50 años que se publicó el decreto sobre el ecumenismo Unitatis Redintegratio. Por eso, Francisco les explicó que el ecumenismo es una tarea de todos los cristianos. El Papa Francisco recibió este lunes a la líder actual de la Iglesia Luterana Sueca, la arzobispesa Antje Jackelen, primada de sus 13 diócesis.
Esta denominación, que hasta el año 2000 era la oficial y estatal en Suecia, suele considerarse la mayor de las iglesias luteranas, declarando 6,4 millones de miembros, aunque muy pocos de los bautizados en ella acuden a sus templos. El Papa fue amable y muy cordial, como es siempre su costumbre, pero presentó a la visitante temas que resultan incómodos para esta iglesia, de las más liberales del mundo, como la defensa de la vida y la familia.
En Suecia, por ejemplo, sólo los católicos y algunos evangélicos de tipo carismático se atreven a hablar contra el aborto.