En su catequesis semanal el Papa reflexionó sobre los conflictos que surgen en las familias; las "palabras, acciones y omisiones” que "hieren”, siembran división y perjudican la convivencia.
Dijo que es especialmente importante que los esposos eviten el resentimiento y que curen las heridas a tiempo porque "cuando se hacen daño, el alma de los niños sufre”.