El papa Francisco concluyó su primera jornada en Turín con un multitudinario encuentro con 90.000 jóvenes en la piazza Vittorio.
Les dijo que la búsqueda del placer por encima de todo suprime la capacidad de sacrificio y que para amar de verdad en el mundo de hoy hay que ser rebeldes. El amor genuino, señaló, significa respetar y servir. No usar al otro para el propio placer.
También les pidió que se esforzaran por vivir el amor castamente”.