"Muchas veces, cuando se necesita ayuda, buscad un buen acompañante, un director espiritual, un buen confesor. Nadie aquí está solo. Y aunque estés trabajando en la misión más lejana nunca estás solo."
El Papa pidió que vivan con intensidad la fraternidad entre ellos y que sean capaces de amar, escuchar, rezar y servir juntos.