En su visita a Turín el Papa Francisco celebró Misa en la plaza Vittorio, una de las más grandes. En la ciudad que custodia la Sábana Santa, Francisco explicó que el amor de Cristo es firme como una roca y no tiene límites. Tomando como referencia el evangelio del día, Francisco invitó a los cristianos a reflexionar sobre cómo viven su fe y les llamó a ser valientes.