Jueves 18 de junio: El Papa describe su encíclica "Alabado seas” como un documento dramático y alegre. En ella pide a los cristianos que dejen de mirar hacia otro lado ante las heridas del planeta y que lo cuiden como a la propia madre.
Entre otros puntos también pide coherencia a los activistas ecologistas, para no caer en contradicciones: "Cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacidad –por poner sólo algunos ejemplos–, difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza”.