Hay 374 mil católicos en Hong Kong y la situación que viven en la actualidad no es nada fácil. La sociedad exige democracia y las diferentes religiones se unen para pedir que termine la represión y regrese la libertad.
La situación se presenta compleja y con numerosos retos. El cardenal aseguró que las relaciones entre el gobierno de China y el Vaticano son casi inexistentes.
Sin embargo, señaló que el Papa Francisco está trabajando duro para mejorar las relaciones con el gobierno chino.