El padre Douglas Al-Bazi es párroco en Erbil, Irak. En su iglesia se refugiaron los miles de cristianos que huyeron de Mosul y de la llanura del Nínive tras la invasión del Estado Islámico. Explica con contundencia la situación que están viviendo.
Ha visto a miles de personas huir sin nada de la amenaza yihadista. Dice que no se puede hablar de una guerra en Irak. Lo que sucede en su país tiene otro nombre es un genocidio.