A medida que grupos como el Estado Islámico ganan fuerza, es inevitable preguntarse si la religión promueve la paz o si, por el contrario, favorece la violencia. La Comunidad de San Egidio organizó este congreso de dos días en Amberes, Bélgica, para responder a esta pregunta.
A pesar de la magnitud del problema, la conclusión del encuentro es clara: concienciar a las nuevas generaciones de la importancia del diálogo, el respeto y la compresión entre religiones.