El entusiasmo en los presentes era más que evidente. En su discurso, el Papa recordó las libertades conquistadas gracias a la Declaración de Independencia, como la abolición de la esclavitud o el derecho a voto. Hizo hincapié en el derecho a la libertad religiosa.
Saludó con mucho afecto a todas las personas inmigrantes llegadas a Estados Unidos, con un "gran costo personal”, dijo el Papa.
Antes de marcharse, les pidió que nunca se olviden de las libertades que disfrutan, en especial, la libertad religiosa. Recordó además que los gobiernos existen para proteger estos derechos y libertades.
El encuentro fue íntegramente en español pero concluyó con el rezo del Padrenuestro y la bendición del Papa, ambos en inglés.