Los mineros rescatados en Chile pasaron 70 días bajo tierra; las primeras dos semanas angustiados por la falta de alimentos, de aire... y de esperanza. Pero fueron localizados y desde entonces la situación se hizo más llevadera aunque no por ello menos difícil.
El Papa Francisco los ha saludado y los ha puesto como ejemplo de personas que luchan, personas con esperanza.