Monseñor Boutros Marayati es el arzobispo armenio católico de la ciudad.
Explica que la guerra ha causado un triste fenómeno añadido. La imposibilidad de trabajar y de tener una vida normal ha sumido a la población en una pobreza, hasta ahora, desconocida.
Las últimas negociaciones de paz en Moscú tampoco han dado resultado. Estos tímidos intentos por llevar la paz a Siria después de cuatro años, no merman la sensación de abandono que hay entre la población.