Por primera vez en la historia la Capilla Sixtina se ha convertido en una sala de grabación. Ha abierto sus puertas al coro del Vaticano para realizar un proyecto único: grabar un álbum de música litúrgica.
Las composiciones que cantan son de autores del siglo XVI y comienzos del XVII: Orlando di Lasso, Tomás Luis de Victoria o Giovanni Pierluigi da Palestrina.