A la espera de que la Comunidad Internacional actúe contra el Estado Islámico, miles de refugiados siguen huyendo de sus hogares aterrorizados por las amenazas de los radicales.
Los terroristas se han apoderado del norte de Irak expulsando a cristianos y a otras minorías de las ciudades.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU estima que hay unas 200.000 personas que han huido al norte del país y que aún no han podido llegar a los campos de refugiados.