El discurso de Navidad de este año, tiene un carácter programático para la Curia romana. A lo largo de estos tres años el Papa lo está utilizando para cambiar a fondo el modo de trabajar de sus colaboradores.
Está humanizando su estilo burocrático, y enseñándoles a ver personas detrás de sus decisiones. Una lección útil no sólo para quienes trabajan en el Vaticano, sino para muchos sectores de la sociedad.