Era la tercera vez en dos semanas que el Papa Francisco abría una Puerta Santa. Vestía con esta casulla rosa por ser el domingo de "Gaudete”, que la Iglesia dedica a la alegría, alegría porque la llegada de Dios al mundo está cada vez más cerca.
La Puerta Santa no sólo se abrió en la catedral de Roma sino en todas las catedrales del mundo porque el Papa quiere que todos puedan acceder con facilidad al perdón y la misericordia divina.