El Papa recordó el domingo a las 71 personas que fueron halladas sin vida en un camión en Austria. Eran refugiados que habían pagado por viajar en condiciones infrahumanas hasta el norte de Europa.
También pidió a la Comunidad Internacional que actúe para frenar la persecución a los cristianos de Oriente Medio. Lo hizo al recordar que el sábado en Líbano fue beatificado un obispo siro-católico asesinado durante el genocidio armenio.